Siempre se ha dicho que los perros son «el mejor amigo del hombre», pero la verdad es que son mucho más que eso.

Los perros son compañeros, son leales y, en muchos casos, aportan un nivel de alegría tal, que rivaliza con la mayoría de los otros momentos felices de la vida, en definitiva son un miembro más de la familia.

Muchas veces, cuando se trata de juntar perros y niños, algunos padres son escépticos.

¿Qué pasa si mi perro lastima a mi hijo? ¿Podré cuidar tanto a un niño como a un perro?

Las preocupaciones son razonables, pero pasan por alto algunos de los aspectos más positivos e importantes de criar a un niño junto con un perro en casa.

1ºLos perros pueden enseñar a los niños a ser más responsables.

 ¿Cuáles son algunas de las tareas que se les puede asignar a su hijo cuando se trata de cuidar a su perro?

  • Alimentar al perro en un horario establecido
  • Rellenar el cuenco de agua del perro cuando está vacío
  • Pasear al perro periódicamente
  • Lavar al perro

Todas estas tareas requieren disciplina para un niño, y si llegan a hacerlas de una manera continua, habrán adquirido una serie de responsabilidades que incluso mucha gente mayor no ha obtenido todavía.

2ºLos perros pueden ayudar a los niños a ser más sociables.

Socializar a su hijo e hija no solo implica la interacción con otras personas. Los perros también pueden jugar un papel importante.

Este vínculo entre los perros y la socialización de los niños es particularmente claro con los niños que tienen autismo. Los estudios han demostrado que los niños con una mascota muestran un mayor desarrollo social que aquellos que no la tienen.

Un perro es el compañero de juegos perfecto que no juzga, y solo quiere ser amado.

Este tipo de relación puede ayudar al niño a reforzar su buen comportamiento social y hacerlo extensivo a las relaciones con los otros niños y adultos.

3ºLos niños que viven con perros no caen enfermos frecuentemente.

Un estudio demostró, que los bebés que vivían en la misma casa con un perro durante su primer año de vida tenían aproximadamente un tercio más de probabilidades de estar sanos durante ese primer año, en comparación con los bebés que no tenían una mascota en el hogar.

Además, los bebés y niños pequeños con perros en el hogar tenían un 44% menos de probabilidades de desarrollar una infección en el oído y un 29% menos de probabilidades de necesitar antibióticos en comparación con aquellos que no tenían un perro.

Si alguna vez hubo una razón para tener un perro junto con su hijo, esta es sin duda muy convincente.

4ºLos perros enseñan a los niños a ser más empáticos y compasivos.

Hay muchas cosa que un padre puede hacer para enseñar empatía y compasión y la mayoría de ellas implica simplemente dar ejemplo, pero hay que saber que los niños también pueden aprender mucho de los perros.

Los perros y los niños a menudo forman un fuerte vínculo que haciéndose felices mutuamente. Y cuando uno se siente herido o triste, el otro le puede ayudar y viceversa.

Esta relación es la base misma de la empatía y la compasión.

5ºLos perros son … ¡muy divertidos!

Y por supuesto… lo mejor para el final. Como dueño de un perro desde que era un niño pequeño, puedo dar fe del hecho de que crecer con un perro fue definitivamente una de las partes más felices y memorables de mi infancia.

Esa es una experiencia que no quisiera evitar a mi hijo ni a ningún otro niño.

Los perros brindan diversión y entretenimiento sin fin, y como lo muestra la lista anterior, hay muchos beneficios que vienen con toda la diversión.

Además, divertirse con un perro es una actividad que puede ayudarle a acercarse a su hijo, ya que puede jugar juntos, cuidar al perro juntos y, en general, disfrutar el tiempo que pasan juntos